La infertilidad masculina es una enfermedad que afecta a la capacidad de los hombres para tener hijos. No es infrecuente y tiene varias causas, como infecciones, desequilibrios hormonales, genética, etc. Según la OMS, entre el 10 y el 20% de las parejas son incapaces de concebir tras un año de relaciones sexuales sin protección. El diagnóstico de la infertilidad masculina puede ser un reto para la pareja, ya que requiere un conocimiento completo de los parámetros del semen del hombre y de otros factores que pueden influir en su fertilidad. Sin embargo, hay algunos indicios comunes de infertilidad masculina que deberían alertarle para que consulte a un especialista médico. Si tiene alguna duda o preocupación sobre su capacidad para tener hijos, consulte a su médico y tome las medidas necesarias para lograr la concepción natural cuanto antes.

¿Cuáles son los signos más comunes de la infertilidad masculina?

La mayoría de los hombres con infertilidad tienen parámetros seminales normales, pero tienen algún otro factor que interfiere en su fertilidad. Algunos de los signos más comunes de la infertilidad masculina son: – El factor masculino en el 40% de los casos de infertilidad. – Los problemas en las relaciones sexuales, como la eyaculación precoz o el dolor durante la penetración, pueden ser signo de una infección o de un problema psicológico. – La presencia de anticuerpos antiespermáticos en el cuerpo de la mujer puede ser una señal de que el hombre tiene un problema de fertilidad. – La edad del hombre suele ser un factor que interfiere en su capacidad para concebir. – El tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol o el uso de drogas pueden afectar a la producción y la calidad del esperma. – Tener fiebre alta durante un periodo de tiempo puede afectar a la producción de esperma y puede espesar la consistencia del líquido seminal. – Las enfermedades genéticas heredadas de uno o ambos progenitores también pueden influir en la fertilidad masculina.

Análisis del semen y recuento de espermatozoides

El líquido seminal es una mezcla de espermatozoides y secreciones de la próstata, las glándulas que rodean la uretra y las glándulas de Cowper. El líquido seminal se encarga de proporcionar nutrientes a los espermatozoides y de ayudarles a desplazarse por el tracto reproductor femenino y llegar a los ovarios u oviductos. El líquido seminal también ayuda a mantener el pH y la temperatura óptimos para la supervivencia de los espermatozoides. El recuento de espermatozoides es el parámetro más común e importante para el diagnóstico de la infertilidad masculina. Un recuento de espermatozoides normal es de al menos 20 millones de espermatozoides por mililitro de líquido seminal, aunque las directrices actuales de la OMS establecen el límite inferior en 15 millones. Un recuento bajo de espermatozoides es la causa más común de infertilidad masculina y puede estar provocado por cualquiera de los factores mencionados anteriormente. – Morfología de los espermatozoides: El número de anomalías espermáticas ha aumentado en las últimas décadas, pero no hay consenso sobre si este aumento es clínicamente importante. La OMS ha propuesto una evaluación de la morfología de los espermatozoides en el contexto de los índices de calidad espermática de la OMS. – Motilidad espermática: Es la capacidad de los espermatozoides para nadar. Los espermatozoides deben ser capaces de moverse para llegar al óvulo. Un porcentaje mínimo de espermatozoides debe tener una motilidad progresiva para indicar la presencia de un patógeno. Los criterios de la motilidad espermática normal no son tan claros como los de otras características del esperma. – Viabilidad de los espermatozoides: Se refiere a la capacidad de los espermatozoides de producir una reacción positiva de un indicador químico. La viabilidad de los espermatozoides no se correlaciona necesariamente con la motilidad espermática, pero la presencia de un patógeno puede inferirse cuando alrededor del 50% de los espermatozoides reaccionan positivamente a un indicador químico. – Integridad del ADN espermático: Se trata de una prueba relativamente nueva que aún no está estandarizada. La prueba se basa en la capacidad de los espermatozoides de unirse a sondas de ADN, y los resultados se comparan con el perfil de ADN de la sangre del paciente para determinar el porcentaje de fragmentación del ADN. La prueba de fragmentación del ADN no es una prueba rutinaria, pero es posible que se generalice en el futuro a medida que los investigadores vayan comprendiendo mejor su importancia clínica.

Defectos en la forma o el movimiento de los espermatozoides

Aunque la forma y el tamaño de los espermatozoides no están directamente relacionados con el recuento de espermatozoides, son marcadores útiles de la salud del tracto reproductivo y pueden indicar la presencia de agentes infecciosos o tóxicos que pueden haber causado o contribuido al bajo recuento de espermatozoides. La forma de los espermatozoides puede revelar la existencia de una infección por determinados agentes o la mala calidad del líquido seminal. La infección puede estar causada por una infección bacteriana o vírica, incluidas las enfermedades de transmisión sexual como la clamidia o la gonorrea. La presencia de células de pus, macrófagos o células gigantes en la muestra de semen indica una posible infección. La azoospermia es la ausencia de espermatozoides en la muestra de semen. La azoospermia suele estar causada por una obstrucción en el camino de los espermatozoides a través del tracto reproductivo y suele estar asociada a una infección.

Recuento bajo de espermatozoides

Se trata de un recuento bajo de espermatozoides (menos de 15 millones de espermatozoides/mL). Un recuento bajo de espermatozoides está causado por una serie de factores que afectan a la producción de esperma en los testículos (la producción de esperma se denomina espermatogénesis). Los principales factores que causan un bajo recuento de espermatozoides son – Anomalías en los cromosomas de los espermatozoides – Cuando esto ocurre, se denomina anomalía genética. – Anomalías en la estructura de los órganos reproductores – Por ejemplo, testículos no descendidos, varices en el escroto o testículos no descendidos. – Edad – Muchos hombres experimentan un descenso de la fertilidad a partir de los 35 años. – Enfermedades – Infecciones, enfermedades crónicas o fiebre alta. – Falta de relaciones sexuales – Los hombres que no mantienen relaciones sexuales tienen un recuento de espermatozoides inferior al de los hombres que mantienen relaciones sexuales con frecuencia. – Riesgos laborales – Algunas profesiones exponen a los trabajadores a sustancias químicas que afectan a su fertilidad. – Varicocele – Es una inflamación de las venas del escroto. Es una afección que padecen muchos hombres y no lo saben. – Peso y obesidad – La obesidad puede reducir la producción de esperma y la fertilidad. – Consumo excesivo de alcohol – Puede afectar a la producción y calidad del esperma. – Estrés – Puede afectar a los niveles hormonales del organismo y reducir la fertilidad.

Varicocele y trastornos testiculares

El varicocele es una afección vascular común en el escroto y está presente en el 15% de la población general. Hay pruebas de que el varicocele puede afectar a la producción de esperma en el 35% de las parejas con infertilidad. El mecanismo de este efecto no se conoce por completo, pero existen algunas teorías: a) el aumento anormal de la temperatura en el escroto causado por las venas dilatadas puede afectar a la espermatogénesis y b) la elevada presión de las venas puede provocar una contrapresión en los testículos y dañar los túbulos seminíferos. Estos mecanismos no están probados, pero hay suficientes pruebas que demuestran que el varicocele puede afectar a la fertilidad.

Causa desconocida: infertilidad masculina sin causa aparente.

La infertilidad masculina sin causa aparente es el problema más difícil de resolver. Si los parámetros del semen son normales, se puede analizar al hombre para detectar anticuerpos contra su propio esperma (anticuerpos antiespermáticos). Si están presentes, es casi seguro que la causa de la infertilidad es el resultado de mecanismos inmunológicos y que los espermatozoides del hombre no son realmente defectuosos. Si no se encuentran anticuerpos y la causa de la infertilidad sigue siendo desconocida, hay que suponer que el problema es el resultado de una producción reducida de esperma o de una eyaculación anormal.

Conclusión

La infertilidad masculina puede ser devastadora, y es importante entender los signos y síntomas si los está experimentando. Con el tratamiento adecuado, la mayoría de los casos de infertilidad pueden ser tratados y mejorar fertilidad masculina. Aunque hay que pasar por muchas cosas, definitivamente vale la pena. Si experimenta alguno de los signos descritos anteriormente, es imprescindible que acuda a un especialista médico para determinar la causa.

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