La mayor tensión para expandir la conciencia y “crear alma” es la tensión de los opuestos entre la personalidad y el alma, como la presencia simultánea del miedo (personalidad) y el coraje (alma). El miedo impulsa a uno a luchar o huir, mientras que el coraje impulsa a uno a enfrentarse a lo que hay que afrontar.

Estos impulsos opuestos buscan una resolución de forma natural y decidida para que se puedan tomar medidas. La tensión cesaría si cualquiera de los opuestos fuera reprimido o evitado. Ambos deben permanecer igualmente presentes para que se produzca una transformación.

Una tensión similar que se experimenta con bastante frecuencia es la oposición básica miedo-amor

La naturaleza del alma es el amor que busca constantemente unión, cooperación y apoyo con el otro. La tendencia de la personalidad, arraigada en un sentido de separación y miedo, busca seguridad, individualidad, control e independencia. Mientras la personalidad domina no hay tensión.

Cuando la personalidad es pasiva o inactiva y el alma busca inspirar o expresar, tampoco hay tensión. Es necesario que haya una participación activa de ambas partes, el alma y la personalidad, para crear tensión.

Cuando hay heridas, crisis o incluso inspiración, el alma a menudo se activa y crea una tensión con la personalidad. Esta tensión busca una resolución, que no es una supresión de ninguno de los lados de la tensión, sino una unión de los dos para crear algo más grande. Conoce más sobre el tema con foros de videncia.

Esto resulta en una expresión profundamente auténtica de la verdadera naturaleza de uno.

Si queremos mantener un proceso creativo en marcha, debemos hacer las preguntas y estar abiertos a las respuestas que no detengan el proceso. Cada resolución debe generar una nueva tensión para mantener un proceso en movimiento.

Si preguntas: “¿Cómo debo hacer esto?” y respondes: “No sé”, tienes una resolución que no crea más tensión. Entonces el proceso se detiene.

Una respuesta que crearía más tensión podría ser: “Podría estar más abierto a …” No es necesario que dé una respuesta final o definitiva a las preguntas, sino una respuesta honesta o plausible, pero que puede dar lugar a otra pregunta.

Este mismo proceso debe aplicarse cuando se busca ser más auténtico

Haga preguntas relacionadas con la autenticidad y dé respuestas que creen nuevas tensiones para que el proceso avance cada vez más hacia el centro del ser, hacia los niveles transpersonales de la vida.

La pregunta más básica que se debe hacer a menudo con respecto a la naturaleza auténtica de uno es: ¿quién soy? Evidentemente, no hay una respuesta definitiva. Pero siempre que nos planteamos esta pregunta debemos darnos una respuesta que pueda ser cuestionada más a fondo.

Por cada respuesta, haga otra pregunta que lo lleve más profundamente a la comprensión y conexión con su verdadero yo.

Dejar un comentario